Hace un año, un mes y pocos días escribía aquello de "veinti...últimos". Hoy, con los 30 ya en la espalda, podría escribir aquello de "pues tampoco es tan distinto". Y puede que sea verdad, lo más probable es que la edad no cambie casi nada. Pero el 3 es mi número, y ella ha aparecido en mi vida casi a la vez que esta cifra...que encabeza el 30.
Y con ella...cambió el mundo. Y mi vida.
Tres noches,
Tres noches bastan para sudar alegría.
Tres noches para nadar en tu espalda, para morir en tus ojos, para vivir en tus días.
Y dormirme en tus brazos,
y perderme en tu pelo,
y amanecer en tu cielo,
y en tus pupilas, las mías.
Tres meses,
Tres meses bastan para cambiar una vida.
Tres meses para empezar el camino, para cambiar el destino, para encontrar la salida.
La salida de un largo túnel,
de camas sin alma,
de dudas sin calma,
de letras vacías.
Tres vidas,
Tres vidas no bastan, mi vida.
Tres vidas para decir lo que quiero, para vivir lo que siento, para explicar a quien pida.
Entender lo que escribo,
describir lo que amo,
despertar con tu mano,
sentirme el alma...
más querida.
De sabios es reflexionar...
Frodo Bolsón, citando a su tío Bilbo.
El Señor de los Anillos. J.R.R. Tolkien
martes, 2 de agosto de 2016
Tres
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Sobre mí y el mundo
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