
Y luego un sencillo día en la nieve, un trineo más cutre que si fuera de los chinos (7 euros en Decathlon no JK???) pero que corría más que un Ferrari...un muñeco más guapo que nosotros mismos, enterito de nieve, con alguna prenda prestada mía...(es de nieve, pero tiene buen gusto), una guerra de bolazos de nieve, un bocadillo de fuet sentados en la estación del tren...
En fin, como siempre me dice un buen amigo, quien es capaz de ser feliz con poco, es difícil que logre alcanzarle la infelicidad...y sobre todo...encontrar la felicidad en lo más sencillo es signo de grandeza...así que ¡gracias amigos y hermanos! Ha sido un día genial que necesitaba más de lo que pensaba...
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