De sabios es reflexionar...



"Es muy peligroso, Frodo, cruzar la puerta", solía decirme. "Vas hacia el Camino, y si no cuidas tus pasos, no sabes hacia dónde te arrastrarán".

Frodo Bolsón, citando a su tío Bilbo.
El Señor de los Anillos. J.R.R. Tolkien

viernes, 7 de noviembre de 2014

Scottish week, day 3. Stirling, Highlands, llegada a Skye.

Hoy el día comenzó gris. Por dentro y por fuera. Algo no le sentó bien a mi estómago anoche, y esta mañana decidió salir por donde entró. Y el cielo gris, más acorde a las latitudes en las que nos encontramos, no nos ha dado ni un solo respiro en todo el día. Intuyo que esto es más Escocia, más auténtico que lo visto hasta ahora.
Tras un frugal desayuno, consistente en un simple zumo, hemos recogido el coche que nos ha de llevar a través de este pequeño, pero sin embargo grandioso país. Nuestro primer destino ha sido el monumento en honor a la figura más ilustre, destacada y sin duda, gracias a un tal Mel Gibson, famosa de este país. Me refiero al National Monument of William Wallace, Bravehearth para el común de la gente.
Una torre hermosa, coronando un monte frente a la ciudad de Stirling, nos ha regalado un bonito paseo, a través del espeso bosque, hasta culminar el corto (pero algo exigente) ascenso. Tras disfrutar de las vistas sobre los campos de batalla que tan famosos se hicieron en el cine, y que dieron su justa popularidad a Wallace, venciendo por primera vez a los "invasores" ingleses. Opiniones hay a gusto del consumidor. Tras abandonar tan distinguido lugar, nos hemos encaminado al otro monte destacado de Stirling, justo frente al ya descrito. En la cima de este se sitúa el castillo de Stirling, principal torre fortificada de Escocia, por suponer el control total sobre el puente que unía el sur del país con las Highlands. Las vistas, dominadas por la imponente figura del rey escocés Robert The Bruce, hacia el monumento de Wallace, nos han hecho imaginar por un momento el miedo, y sobre todo, la conmoción y confusión que debieron sentir los ingleses atrincherados en esa fortaleza, al ser aplastados por un ejercito encabezado por el hasta entonces desconocido Wallace.
Una vez cumplida la debida visita a un lugar tan importante históricamente, hemos comenzado nuestro periplo por el corazón de la región más renombrada (y no sin razón) de toda Escocia. Hablo, por supuesto,de las Highlands, las tierras altas, que fueron cuna de los highlanders, imponentes guerreros inspiradores de innumerables relatos. No podía ser de otra manera. Esta región es difícil describrirla exclusivamente con palabras. Majestuosos picos salpican todo el horizonte, y como si los hiriesen en su cima, sangran inagotables torrentes que caen ladera abajo, brindándonos imágenes que difícilmente olvidaremos, y que nuestras cámaras no logran captar en toda su belleza. Gracias, amigo Oskar, por la comparación, te la tomo prestada.
Tras atravesar las Glen Coe mountains, hemos llegado a Fort William, pequeña ciudad que descansa entre el borde del mar (aunque sea completamente imperceptible, ya que aquí el mar se disfraza de loch) y los pies del Ben Nevis, montaña más alta de todo el Reino Unido. Tras una rápida parada para reponer fuerzas, hemos continuado la ruta, deteniéndonos brevemente en el Commando Memorial, estatua que rinde culto a los escoceses caídos en algunos cuerpos que lucharon en la II Guerra Mundial. Desde ahí hemos podido intuir, más que ver realmente, la grandiosidad del Ben Nevis sumido en la niebla.
Más adelante, Loch Garry nos ha ofrecido una bonita (sin más) vista de un típico loch escocés.
Llegando a la última parte del viaje de hoy, nos hemos topado con una de las perlas más bellas de este país, el famoso castillo de "Los Inmortales", Eilean Donan Castle. La lluvia, el anochecer, la belleza del castillo...es sin duda un lugar especial. Pero le dedicaremos más tiempo más adelante. Finalmente, tras cruzar el Skye Bridge, hemos llegado a nuestro destino, Kyleakin, puerta de la isla de Skye. La guinda del día, cuando ya agonizaba, la ha puesto el mejor relaciones públicas que puedes llevar a cualquier viaje, don Oscar "the gentleman". Tras una cena extraligera, para remendar mi maltrecho estómago, ya andaba pensando en irme a la cama rápidamente, cuando mi jovial compañero se ha enfrascado en una genial conversación con un joven lugareño, acerca de la independencia de Escocia (say Yes, say No...). Esto ha desembocado en una cata express de un típico whisky escocés, una clase interesante sobre cómo ha de tomarse, diferenciando el Single del Mixed, un curioso debate sobre el deporte nacional escocés (algo impronunciable, similar al hockey), y la idea de éstos de que el fútbol es deporte de mujeres, y una enriquecedora lección de historia escocesa, acerca de, como no podía ser de otra manera hoy, las figuras de William Wallace y Robert The Bruce, archiconocido el primero, menoscabado fuera de estas fronteras el segundo, pero ambos igual de importantes para cualquier escocés que se precie. Por supuesto, también hemos hablado del megafamoso Kilt, la falda que se ha hecho famosa en el mundo entero. Dos datos, un uniforme completo de escocés, bueno,cuesta alrededor de 2000£. Y sí, muchos llevan underwear bajo ella.
Gran día hoy, mañana veremos que nos ofrece Skye...
To be continued...

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