De sabios es reflexionar...



"Es muy peligroso, Frodo, cruzar la puerta", solía decirme. "Vas hacia el Camino, y si no cuidas tus pasos, no sabes hacia dónde te arrastrarán".

Frodo Bolsón, citando a su tío Bilbo.
El Señor de los Anillos. J.R.R. Tolkien

domingo, 9 de noviembre de 2014

Scottish week, day 6. St. Andrews- Edinburgh

Amanece. Desde la ventana veo el Ness river y el Inverness Castle. Creo que podría acostumbrarme a esto. Pero hoy tocaba una buena kilometrada, por lo que rápido nos ponemos en marcha. Hay que atravesar el corazón de Escocia de norte a sur, para llegar hasta nuestro primer destino, St. Andrews. Tres horas acompañados de frondosos bosques y una persistente niebla. Esto también es Escocia, pero es otra Escocia. No son las Highlands. Sin embargo, este aire alpino, estos bosques plagados de abetos y atravesados por ríos caudalosos poseen su propio encanto. Dejamos atrás ciudades importantes, como Perth o Dundee. Finalmente llegamos a St. Andrews. Se respira elitismo en cada metro cuadrado del green del Old Course, campo de golf más antiguo del mundo, y en cada piedra de los colleges de la universidad. Pero también se respira encanto. La señorialidad del Royal and Ancient Club, primer club de golf, las vistas sobre la West Sand, playa inmortalizada en la famosa "Carros de Fuego"...Todos recordamos la escena de aquellos corredores con la música de Vangelis como banda sonora. Y probablemente lo más bello y sobrecogedor de St. Andrews, su catedral. Un conjunto de ruinas enmarcado en el cementerio de la ciudad, que, como testigo mudo, habla al viajero de la grandiosidad que vistió aquel lugar, y sin embargo, de cómo el tiempo y la desidia puede con la piedra más dura,si esta no se cuida. Una enorme catedral de la que solo quedan el muro exterior del ábside y una torre de la puerta principal, junto a los cimientos y las basas de las columnas que sustentaban tal templo, y algún muro del claustro. En cualquier caso,se vislumbra la enorme belleza que en algún momento poseyó ese templo.
Finalmente, continuamos ruta hasta la capital, donde comenzó esta aventura, y donde ahora escribo estas últimas líneas...en Escocia. Porque esto es un punto y seguido. Porque mañana aterrizaré en casa...mi querida Londres.
Pero hoy, no puedo más que agradecer a esta increíble tierra escocesa por todo lo que me llevo de aquí. Por las conversaciones con los lugareños junto a una pinta o un buen whisky. Por la naturaleza grandiosa, que no da un solo respiro al viajero, y que invita a pensar que cinco sentidos son pocos para admirarla. Por las horas de coche,conversación y risas compartidas con mi compañero de viaje, no podría imaginar uno mejor.
En fin...Escocia, esta bien si te la cuentan, pero hay que vivirla.
Ahora voy a apurar mi pinta en Scotsman.
Por supuesto...to be continued!! London calling!!!

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